¡Síguenos!El aprendizaje e inteligencia computacionales y la acústica sirven de base para el desarrollo de sistemas que de forma automática clasifican el llanto de bebé y la voz y detectan diversas patologías.
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Desde 2002, en el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), se ha trabajado en distintos proyectos de análisis y clasificación automática del llanto de bebé. Originalmente se buscaba diagnosticar patologías como asfixia y sordera en recién nacidos. Sin embargo, a lo largo de los años el trabajo ha evolucionado de tal forma que incluso abrió la puerta a una fructífera colaboración científica México-Italia, que busca detectar enfermedades neurológicas a través de la clasificación del llanto, la voz y las expresiones faciales.
Lo que se espera con este proyecto es llegar a una interfaz de diagnóstico que puede ser empleada a través de dispositivos móviles, accesibles para cualquier enfermera o médico en cualquier lugar.
En entrevista, el Dr. Carlos Alberto Reyes, investigador del INAOE y líder del proyecto, rememora que hace unos 15 años comenzaron a trabajar con llanto de bebé ya que inicialmente lo hacían únicamente con voz. “En ese entonces nos relacionamos con gente que nos podía proporcionar muestras obtenidas de bebés que ya habían sido diagnosticados con hipoacusia o asfixia. Nos dedicamos a esas patologías porque en ellas estaban interesados los médicos del entonces llamado INCH, quienes nos dieron las grabaciones”.
Añade que su objetivo era desarrollar modelos computacionales para la clasificación o el reconocimiento de patrones en las muestras, de tal manera que facilitara el diagnóstico de dichas patologías.
Los modelos que se han desarrollado a lo largo del tiempo evolucionaron, no sólo porque se incorporaron complejos algoritmos computacionales, sino porque también se han añadido muestras de otras patologías, lo que amplió la gama de opciones de clasificación. Entre las patologías con las que han trabajado se encuentran la ictericia, la asfixia, la hipoacusia, el hipotiroidismo y nacimientos de alto riesgo. “Nos gustaría mucho trabajar en detección temprana de autismo”, acota.