¡Síguenos!Aburrirse estimula la creatividad
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Gracias al ocio, una persona puede dejar despertar alguna habilidad que durante la actividad cotidiana no se permita aflorar, como una aptitud para la escritura, para la música, para el dibujo, para la fotografía, o las artes manuales en general.
"Elogio de la ociosidad" de Bertrand Russell 1932
“En un mundo donde nadie esté obligado a trabajar más de cuatro horas al día, toda persona con curiosidad científica podrá satisfacerla (…) El trabajo exigido bastará para hacer del ocio algo delicioso, pero no para producir agotamiento.
Meditar
El ocio también es necesario para bajar las revoluciones de la actividad diaria y recargar fuerzas para recomenzar el próximo día o la siguiente obligación. Es importante tener en cuenta que la actividad constante no es sana. El cuerpo y la mente se agotan y, con la cabeza cansada, tardamos más en reaccionar, los pensamientos tardan en llegar y podemos tomar malas decisiones, exponernos más al error o a los accidentes.
Adicción al trabajo
Las personas adictas al trabajo son personas que no se permiten descubrir hobbies u otras actividades fuera de las obligaciones laborales y se comportan igual que un adicto al juego. Trabajan hasta tarde, se llevan trabajo al hogar y están conectados 24 horas, no permitiendo hacer que su vida sea más interesante, por miedo a enfrentar el tiempo libre.
Niños hiperactivos
Los niños exigidos no pueden parar de realizar actividades, porque no han aprendido que el sosiego y la tranquilidad también son buenos. Y cuando el cerebro se acostumbra a tanta estimulación, la comienza a pedir también, corriendo el riesgo de volverse niños hiperactivos, lo que les impide luego concentrarse, por ejemplo, para estudiar. Para evitar este problema, es necesario comenzar a cultivar la idea de que el tiempo libre también estimula la imaginación y la creatividad.