¡Síguenos!La canción folclórica tradicional y la ranchera hallaron en la voz de Miguel Aceves Mejía al artista que la llevó, junto al mariachi, a todo el mundo.
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Y aunque su fuerte fue cantar, figuró en un gran número de películas, por lo que no debe olvidarse su faceta actoral. Algunos de los títulos de aquellas cintas que perduran por sus interpretaciones musicales: Rancho alegre (1940), Camelia (1953), A los cuatro vientos (1954), Historia de un amor (1955), Música de siempre (1956), Que me toquen las golondrinas (1956, en Argentina), Tú y las nubes (1956, en España), Amor se dice cantando (1957, en Argentina), Cuatro copas (1957), Guitarras de media noche (1957), Bajo el cielo de México (1957), Échame a mi la culpa (1958, en España), Viva quien sabe querer (1959, en Argentina), Paloma brava (1960), Si yo fuera millonario (1962)… hasta totalizar alrededor de 60.
Grabó más de 1600 canciones, entre ellas Malagueña, Yo tenía un chorro de voz, La del rebozo blanco, Vaya con Dios, El jinete, Ella, Cuatro Caminos, La que se fue, Camino de Guanajuato, Guitarras de media noche, El pastor, La barca de Guaymas, Serenata Huasteca, No volveré, Se me hizo fácil… Destacan los duetos que hizo con Libertad Lamarque, Pedro Vargas y Marco Antonio Muñiz. También grabó con Lucio Milena el disco titulado Tangos en bolero a la manera de Miguel Aceves Mejía, por lo que se trató de un artista que no solo cantó los géneros folclóricos mexicanos.
Las películas, los discos y por sobre todo su voz, le dieron una gran popularidad en toda Hispanoamérica.
Murió a los 90 años, el 6 de noviembre de 2006, y se le enterró dos días después en el Panteón Jardín de la Ciudad de México. Se le llamó Rey del falsete y El falsete de oro y su carrera se prolongó por más de seis décadas, sin que sus interpretaciones dejaran de ser atractivas para sus admiradores.