Los nuevos aranceles chinos a mercancías agropecuarias estadounidenses entran en vigor este lunes, en una respuesta directa a las tasas impuestas previamente por Washington contra productos chinos.

A partir de ahora, China aplicará un 15 % de gravamen a las importaciones de pollo, trigo y maíz estadounidenses, y un 10 % a las de soya, carne de cerdo, carne de vacuno, productos acuáticos, frutas y lácteos, anunció la semana pasada el Ministerio de Comercio chino.

Entre los productos con tasas del 15 % también se incluye el algodón, mientras que con el 10 % se gravarán las verduras y el sorgo.

Esta medida surge luego de que el presidente estadounidense Donald Trump decidiera duplicar al 20 % los aranceles adicionales impuestos a China desde su regreso a la Casa Blanca, justificando la acción por considerar insuficientes los esfuerzos chinos para frenar el tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos.

Por su parte, China calificó esta explicación como un simple “pretexto”, argumentando que su política antidrogas es “una de las más estrictas del mundo”.

El sector agropecuario estadounidense enfrenta un duro golpe, ya que China es uno de sus principales mercados, aunque las exportaciones han disminuido en los últimos años. En 2024, China importó 13.76 millones de toneladas de maíz, de las cuales 2.07 millones provinieron de Estados Unidos, según el portal especializado China Grain.

Además, China importó 1.90 millones de toneladas de trigo estadounidense, representando el 17.3 % de sus importaciones totales de este cereal.

La dependencia china de la soya estadounidense también ha bajado, representando solo el 21 % del volumen total importado en 2024, mientras que Brasil ya aporta el 71 % de la soya que consume el país asiático.

En febrero, China ya había establecido gravámenes del 10 % al 15 % a otros productos estadounidenses, además de imponer controles a las exportaciones de minerales clave y abrir una investigación contra la empresa tecnológica Google.

Con información de EFE