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CIUDAD DE MÉXICO (AP) — La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, declaró el jueves que busca llegar a un acuerdo con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, para que las deportaciones de migrantes sean realizadas directamente a sus países de origen, evitando el tránsito por México. Este enfoque responde a la amenaza de deportaciones masivas planteada por Trump, que podría intensificar el flujo migratorio en la región.
En su conferencia matutina, Sheinbaum enfatizó que la prioridad de su administración será recibir y apoyar a los mexicanos deportados, mientras trabaja en estrategias humanitarias para gestionar la migración antes de que lleguen a la frontera norte. Los albergues en el norte del país ya se preparan para atender a los potenciales deportados.
Acuerdos y antecedentes internacionales
La mandataria destacó el acuerdo previo entre México y el gobierno saliente de Joe Biden, que establecía la repatriación mensual de hasta 30,000 migrantes de países como Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela. Sin embargo, las tensiones diplomáticas con Venezuela surgieron este año cuando el gobierno de Nicolás Maduro suspendió el acuerdo tras el mantenimiento de sanciones económicas por parte de Washington.
Por su parte, México ha trabajado con Caracas para la repatriación de cientos de venezolanos, incluyendo incentivos económicos y ofertas laborales. Sin embargo, no está claro si estos apoyos se concretaron. Además, se han registrado deportaciones de cubanos hacia La Habana como parte de las acciones del gobierno mexicano.
Fortalecimiento consular y digitalización
El canciller Juan Ramón de la Fuente informó sobre el fortalecimiento de los servicios consulares de México en Estados Unidos y la colaboración con abogados para proteger a los migrantes mexicanos, quienes en su mayoría tienen razones legales para permanecer en territorio estadounidense. Asimismo, anunció la digitalización de documentos oficiales como actas de nacimiento y matrimonio para agilizar trámites esenciales.
Impacto bilateral y tensiones comerciales
La migración sigue siendo un tema central en la relación entre México y Estados Unidos. Trump ha vinculado sus demandas migratorias a amenazas económicas, como la imposición de un arancel del 25% a productos mexicanos. A pesar de ello, Sheinbaum reiteró que la postura de México es “no cerrar fronteras, sino construir puentes entre gobiernos y pueblos”.
Con 11 millones de mexicanos viviendo en Estados Unidos, de los cuales cuatro millones no cuentan con un estatus migratorio legal, el desafío de la migración continúa siendo uno de los temas más complejos en la agenda bilateral. México reafirma su disposición al diálogo, mientras defiende los modelos implementados para abordar la migración y el tráfico de drogas.