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Su renuncia a la vocería morenista no es para evitar la confrontación en el Movimiento de Regeneración Nacional, como se apresuró a explicar, sino porque fue descubierta en su engaño y arribismo descarado.
Miren lo que dijo el 24 de abril de 2018, cuando quería ser alcaldesa de Puebla: “Yo creo que el corrupto va a ser corrupto siempre y efectivamente yo creo que hoy tenemos un problema, que todos los corruptos se nos fueron a Morena, ¿no?; y, entonces, la mafia del poder emigró a Morena y que lo que se vende como la esperanza de México, es la cloaca mayor, ¿no?; porque no puedes perdonar amnistía anticipada a cuenta de qué. Yo, por eso creo que el mayor engaño de todos los mexicanos es el partido de Morena y Andrés Manuel”.
En ese tiempo era candidata por el partido Verde que estaba al servicio del morenovallismo.
Migoya, es de los seres que piensan que la piel clara del ser humano le hace ser más inteligente y aprender rápido; además de que la escuela privada es superior a la pública. Por eso, presume soberbia de haber estudiado en la Universidad Iberoamericana y de ser maestra en Educación y Gobierno por la Universidad de Alcalá de Henares.
Nunca ocultó su cercanía con Rafael Moreno Valle Rosas y hasta se decía coordinadora de asesores en la Cámara de Senadores.
Soñaba que el corrupto Rafael sería en 2024 presidente de México. Lo idolatraba y festinaba su su postura retadora ante López Obrador.
No obstante que los gobernadores más corruptos de Puebla han sido Mariano Piña Olaya y Rafael Moreno Valle Rosas, señalaba a Mario Marín Torres, intentando desviar la atención, sujetándose a una acusación falsa de Lydia Cacho Ribeiro.
Pero si usted, amable lector, piensa que Paola Migoya ya había recapacitado sobre sus declaraciones en 2018, vea lo sucedido el 6 de febrero de 2024, hace apenas unos cuantos días. Compartió gustosa una cuenta de X con este texto: “Ninguna de estas dos mujeres (foto de Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez) prende en la carrera presidencial; ambas opacas, sin liderazgo propio y sin una visión clara de país. Como su corcholata favorita, Claudia Sheinbaum no levanta y a López Obrador se le ocurre lanzar un paquete de reformas constitucionales”.
Migoya, lanzó un comentario personal: “Esta es la realidad que nomas no quieren ver. Más claro ni el agua”.
Tiene razón Paola Migoya al subrayar que el corrupto lo será siempre.
La frase le ajusta como saco a su medida.
La corrupción no solamente tiene que ver con robar dinero o extorsionar, sino también con las ideas perversas y el comportamiento sin escrúpulos.
POSDATA: Hoy, se cumplen 111 años del asesinato de Francisco I. Madero, mártir de la revolución y ejemplo demócrata, pero también un necio o ingenuo que creyó en los chacales, como Victoriano Huerta, que terminaron con él en la parte trasera de la cárcel de Lecumberri, dando un colofón macabro a la decena trágica.
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