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La primera sacudida proviene de la "Reforma Judicial" impulsada por el gobierno de Claudia Sheinbaum, una medida que se suma a una serie de cambios constitucionales realizados de manera rápida y forzada.
Este paquete de reformas, ha sembrado incertidumbre en el país, por la dirección del estado de derecho y la estabilidad institucional en México.
En segundo lugar, la apabullante victoria electoral de Donald Trump en los Estados Unidos, que ahora controla la Presidencia, el Senado y el Congreso, plantea nuevas amenazas para México. Con su victoria, Trump no ha tardado en enviar mensajes de advertencia al régimen morenista encabezado por Claudia Sheinbaum. El presidente electo ha dejado claro que tomará medidas drásticas, como la imposición de aranceles y el posible cierre de la frontera, si México no ajusta sus políticas de tolerancia hacia la violencia y el tráfico de drogas. Este escenario tensiona la relación bilateral, que juega un rol clave en la economía mexicana, especialmente en términos de comercio y estabilidad en la frontera.
Impacto económico: ¿Qué podemos esperar?
Los analistas anticipan efectos económicos inmediatos. El primero y más directo es el alza en el precio del dólar, lo cual afectará directamente los costos de importación y exportación. Con una moneda débil, los productos extranjeros serán más caros para los mexicanos, y los exportadores nacionales enfrentarán mayores costos en insumos importados.
Además, se proyecta un aumento en las tasas de interés, lo que disminuirá la rentabilidad de las inversiones en México. En contraste, el mercado estadounidense se perfila como un refugio más seguro y atractivo, especialmente bajo el liderazgo de un Trump reelecto que busca facilitar la entrada de capital. En términos de inversión, Estados Unidos ofrece:
- Menos obstáculos regulatorios: una burocracia simplificada que facilita la actividad empresarial.
- Mayor rentabilidad: impulsada por un mercado de mayor tamaño y costos de capital más atractivos.
- Seguridad jurídica: un estado de derecho sólido que brinda certeza a las inversiones a largo plazo.
Con una reforma judicial que genera temores sobre la estabilidad legal y una victoria de Trump que promete un enfoque de "mano dura" en la relación con México, el panorama político y económico se muestra turbulento.
Para México, el reto es: lograr estabilizar el país internamente y redefinir su política exterior de cara a un Estados Unidos hostil.
El mensaje de este miércoles es claro: estamos en tiempos de incertidumbre y desafío; la próxima jugada de México será crucial para su futuro.