Puebla, Pue. – La autopista Puebla-Atlixco enfrenta un problema de baches, fracturas en el pavimento, deslaves y falta de iluminación, lo que pone en riesgo la seguridad de los automovilistas.

Este escenario se vuelve preocupante al considerar que el peaje por el uso de esta vialidad es de 52 pesos para vehículos particulares.

Durante un recorrido por la autopista se evidenció que el tramo más afectado es el que conduce a Atlixco, donde los baches más grandes se concentran cerca de la caseta de cobro en la entrada a Puebla. Los usuarios expresaron su frustración, calificando la situación como "el colmo", especialmente porque es en esa zona donde se paga el peaje.

A pesar de los múltiples problemas en la carretera, este martes se observó la llegada de una cuadrilla de trabajadores que inició trabajos de reparación; sin embargo, las intervenciones hasta ahora han sido insuficientes.

Aunque algunas fracturas en el pavimento han sido cubiertas con asfalto, los automovilistas demandan una relaminación total de la autopista para garantizar su seguridad.

El mal estado del pavimento es una preocupación constante, ya que muchas de las irregularidades se encuentran en áreas de curvas, bajadas y subidas pronunciadas, donde los vehículos pueden alcanzar velocidades superiores a los 100 kilómetros por hora.

Este riesgo se traduce en daños frecuentes como ponchaduras de llantas y problemas en las suspensiones provocados por dichos baches.

Además, el problema se agrava con el desprendimiento de piedras en la zona de San Bernardino Chalchihuapan, donde grandes escombros se encuentran peligrosamente cerca del arroyo vehicular.

A pesar de que las lluvias continúan, el Organismo Operador de Carreteras de Cuota Puebla (CCP), encargado de la administración de la autopista, no ha tomado medidas para limpiar los escombros ni para reforzar las laderas, para evitar futuros desprendimientos.

Otro tema de preocupación es la falta de iluminación, pues conductores han señalado que transitar por la autopista durante la noche implica un alto riesgo de asaltos, especialmente en el tramo que cruza por Santa Clara Ocoyucan, conocido por ser uno de los más peligrosos de la ruta.

Ante esta situación, los usuarios exigen a las autoridades una respuesta inmediata y efectiva para mejorar la seguridad y el estado de la autopista.