Según informes citados por el New York Times, los dispositivos contenían material explosivo de entre 1 y 2 onzas, que fue implantado junto a la batería de cada uno de ellos.

Los responsables de la operación también instalaron un interruptor remoto, permitiendo la activación de los explosivos a distancia. A las 15:30 horas, los buscapersonas recibieron lo que parecía ser un mensaje legítimo del liderazgo de Hezbolá. Sin embargo, el mensaje resultó ser una señal para activar los dispositivos explosivos.

Investigación en curso

Las autoridades del Líbano han iniciado una investigación exhaustiva para determinar quiénes son los responsables de la manipulación de los buscapersonas y cómo lograron infiltrarse en el proceso de distribución. Funcionarios de seguridad confirmaron que el incidente ha generado un profundo malestar dentro de las filas de Hezbolá, que ahora busca identificar posibles brechas de seguridad en sus operaciones logísticas.

Implicaciones internacionales

Este ataque no solo tiene repercusiones a nivel local, sino que también plantea serias preocupaciones sobre la seguridad de los dispositivos electrónicos utilizados en operaciones de grupos armados en el Medio Oriente. Los expertos en inteligencia ya están analizando cómo estos actos de sabotaje podrían influir en futuras adquisiciones de tecnología por parte de organizaciones como Hezbolá.

Este incidente subraya la creciente sofisticación de las estrategias de guerra asimétrica, donde el uso de tecnología avanzada se convierte en un arma letal. Las implicaciones geopolíticas y de seguridad en la región están siendo observadas de cerca por las principales potencias mundiales.