¡Síguenos!De cuna ideológica tricolor, beneficiario del más rancio sistema de cuando Manuel Bartlett Díaz fue gobernador en Puebla, el hoy coordinador de los diputados federales morenistas, Moisés Ignacio Mier Velazco, terminó por contagiar de tres de los más graves vicios del PRI a Morena: el nepotismo, la instauración de una juniorcracia y el premio inmerecido a los reventadores, para complacer motivaciones muy personales.
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En acuerdo con el presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del partido lopezobradorista, Mario Martín Delgado Carrillo, el poblano Mier colocó a su hija Daniela en el primer lugar de la lista plurinominal al Congreso local, sin que haya ninguna referencia pública de su trabajo partidista, social o profesional, para merecer ese sitio.
La “uno pluri” es siempre reservada a las figuras sagradas en todos los partidos, a los dirigentes, a quienes aportan y destacan, pero en el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), al menos con la información que hay en este momento, habrá una novedad: será para la hija del poderoso, en la coyuntura de su influencia, aunque no lo merezca.
¿No que la juniorcracia nomás era un mal de los priístas? Pues también ocurre en Morena y la inaugura Moisés Ignacio.
Mier Velazco, que se ve y algunos lo ven equivocadamente como posibilidad a la gubernatura para 2024, también impuso en la candidatura a la diputación local por el Distrito 15, con cabecera en Tecamachalco, a la ex regidora panalista y entusiasta y beligerante detractora del presidente Andrés Manuel López Obrador y Morena, María Ruth Zárate Domínguez.
La ex funcionaria, que enfrentó con valentía, como víctima, la misoginia del ex presidente municipal de Tecamachalco, entre 2014 y 2018, Inés Saturnino López Ponce, ahora como verdugo le quita, sin ruborizarse de la violencia de género que ejerce, el lugar a una mujer que sí merezca ser legisladora, por su trabajo y lealtad al lopezobradorismo.
“Ni un voto a Morena, sea quien sea”, escribía Ruth en sus redes sociales y hay capturas de pantalla de sobra, en las que azuzaba al odio contra el presidente y a la 4T poblana, incluido el gobernador Miguel Barbosa.
Hoy, María Ruth pedirá el voto para ella y para Morena. Qué grave inconsecuencia e incongruencia. Arribismo puro. (Y no vaya a decir que es violencia de género lo que es apenas una simple descripción de su violencia ideológica).
En el remate de los vicios que Moisés Mier le ha contagiado a Morena está el nepotismo más descarado.
Su otro hijo, Carlos Ignacio Mier Bañuelos, ex diputado local morenovallista, consiguió por las influencias paternas la candidatura a la presidencia municipal de Tecamachalco, ahora con el morenismo.
La cercanía de Moisés Ignacio con Mario Martín le ha valido obtener estas posiciones, por encima de gente que, desde la fundación y a ras de suelo, sí ha trabajado por Morena y por el proyecto del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Así, deberá suponerlo, construye su candidatura a 2024.
No debería despeinarse en ese esmero ni él, ni su primo Alejandro Armenta Mier, porque desde Palacio Nacional y con la antelación amplia, se ha elegido ya abanderada hacia 2024.
Será mujer y no está en este 2021 en las boletas.
Al tiempo. Que guarden este dato.