¡Síguenos!En la cita con las urnas del próximo 5 de junio de 2022, el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y sus aliados ganarán -así lo indican todas las mediciones a disposición- cinco de las seis gubernaturas en disputa y, con ello, el lopezobradorismo gobernará en 23 de las 32 entidades del país. Será un control territorial y político que se acerca al absolutismo.
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Además de los 18 gobiernos que tiene hoy, se sumarán Durango, Quintana Roo, Tamaulipas y dos bastiones priístas, Hidalgo y Oaxaca. Un reducto de apenas nueve gubernaturas estará en manos de la oposición, con un altísimo riesgo además de perderlo en 2024.
La sola mención de esta sólida posibilidad, que describen las mediciones de todas las casas encuestadoras y que reconocen, incluso, los opositores, causa náuseas a muchos.
La realidad duele. El avance del morenismo es, también hay que decirlo con claridad, inmerecido en muchos casos y en algunos estados.
El lopezobradorismo no ha sido un buen régimen y sustenta su fuerza en su base social de beneficiarios de los programas clientelares.
Sin embargo, ¿qué ha hecho la oposición? Muy y poco y mal.
Los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y el cacharro que queda del de la Revolución Democrática (PRD) tiene personajes estridentes y ácidos en redes sociales o que suben a tribuna a lanzar vituperios contra el Presidente, pero que no saben colocar en la
agenda temática y mediática sus propuestas y razonamientos, si es que los tienes más allá de la diatriba. Es una oposición ineficiente, desordenada y hueca, a pesar de los conflictos internos y caos institucional de Morena, qué ha quedado en evidencia, con las impugnaciones, tras la designación de candidaturas.
Hay que reconocer que la alianza “Va por México” en el país y “Va por Puebla” en nuestro estado no reunió el potencial de voto de los tres partidos, pero sin duda sumó sus negativos.
Los dirigentes nacionales y locales del amorfo maridaje PRI-PAN-PRD terminaron por darle la razón a una de las más fuertes premisas que el lopezobradorismo logró sembrar en los ciudadanos: son lo mismo, son malos y ya no los queremos.
Harán alianza, en este 2022, en cuatro de los seis estados en disputa: Hidalgo, Tamaulipas, Durango y Aguascalientes.
Su única posibilidad real de triunfo es en Aguascalientes, ha reconocido incluso el presidente nacional de AN, Marko Cortés Mendoza, en un polémico audio: “se los digo en casa, la única gubernatura que tenemos posibilidades de ganar, reales, auténticas y bien ganada es esta”, dijo ante panistas de Aguascalientes, a principios de noviembre. Tiró la toalla con prontitud.
Aunque los opositores avanzaron algunas curules federales en la elección de este 2021, no han logrado insertarse en las decisiones públicas del país, porque cuando pueden oponerse, como ocurrirá con el PRI y la Reforma Eléctrica, también en 2022, se unirán sumisos al lopezobradorismo.
En las tribunas de las cámaras del Congreso de la Unión y en declaraciones a la prensa, los opositores a Andrés Manuel López Obrador, tildan a su administración de ser un “régimen autoritario, dictatorial y absolutista”.
Cuidado con lo que se dice, con lo que se piensa, con lo que se desea, porque se puede cumplir.