¡Síguenos!
TwittearVisitas: 3239
El CanSat es previo al proyecto CubeSat, el cual tiene el objetivo de medir la presencia de aerosoles de la atmósfera poblana, cuyos componentes son en buena parte lanzados por el volcán Popocatépetl, aunque también se podrán medir los contaminantes generados por la industria.
El CanSat fue lanzado el pasado 21 de noviembre en el desierto de Nevada, Estados Unidos, donde logró elevarse a una altura de 40 kilómetros, para captar datos sobre la humedad, radiación, altitud, presión atmosférica y rayos ultravioleta (UV), entre otros, y enviarlos a la tierra.
El director de la Facultad de Electrónica de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), Enrique Sánchez Lara, comentó en rueda de prensa que los experimentos del CanSat y CubeSat son los primeros pasos para el desarrollo de la tecnología para un satélite nacional.
Un satélite para las comunicaciones requiere de la participación de las empresas, gobierno federal y universidades, dado la gran inversión que se requiere y grado de complejidad que se necesita.
El experimento del CanSat permitió no sólo medir algunos aspectos de la atmósfera, sino que probó gran parte de los elementos que conformarán el CubeSat, como son los subsistemas, la computadora a bordo, las telecomunicaciones electrónica y subsistema térmico.
El CubeSat, que tiene como misión medir los gases que arroja el Popocatépetl, se podrá desarrollar en un año y medio, tiempo que además permitirá recabar los fondos necesarios para el lanzamiento, pues se requieren de 160 mil a 240 mil dólares.
Hugo Ferrer Toledo, decano del departamento de Ingenierías de la UPAEP, comentó en ese sentido que la universidad está buscando la ayuda de otras instancias para financiar el proyecto.
Dada la buena relación con José Hernández y el interés que ha mostrado la NASA en los satélites pequeños, podría ser a través de la agencia espacial que se obtengan los recursos necesarios.
Con estos inicios exitosos México podría lograr en el mediano plazo tener la tecnología necesaria para construir satélites propios, ya que el costo de elaboración podría ser mucho más reducido que la compra de algunos extranjeros, consideró.