En su último mitin antes de tomar protesta como presidente de los Estados Unidos, Donald Trump reafirmó sus posturas en materia de migración, patriotismo y tecnología. Ante una multitud en la capital del país, el presidente electo prometió detener lo que calificó como una “invasión” en las fronteras y realizar la mayor deportación en la historia del país.

Durante su discurso, Trump reforzó estereotipos negativos sobre los migrantes, calificándolos de violentos y vinculándolos con actividades delictivas. Aseguró que traerá justicia a las víctimas de crímenes cometidos por migrantes y afirmó que muchas personas que cruzan la frontera provienen de instituciones mentales y cárceles de otros países.

En temas de política interna, Trump destacó su intención de fortalecer el patriotismo y “desmantelar la izquierda radical woke”. También abordó su postura hacia la red social TikTok, señalando que podría ser prohibida a menos que Estados Unidos controle al menos el 50 % de sus acciones.

El discurso, marcado por la retórica divisiva que ha caracterizado su carrera política, consolida los ejes prioritarios de su administración entrante. A pesar de las críticas por sus declaraciones polarizantes, Trump continúa gozando del respaldo de su base política, que celebró sus promesas con entusiasmo.