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Un grupo de delincuentes perpetró una par de violentos asaltos la tarde de este viernes en el municipio de Cuautlancingo, ya que tras asaltar una tienda de abarrotes donde le dispararon a dos personas, se dirigieron a asaltar una gasolinera y asesinaron a dos presuntos testigos de este último hecho.
De acuerdo con reportes extraoficiales, el primer hecho ocurrió aproximadamente a las 17:00 horas en la Gran Bodega sucursal Sanctórum, ubicada en la calle Ocampo, muy cerca de la unidad habitacional Volkswagen Sur.
En ese sitio al menos seis sujetos ingresaron y amagaron el personal con armas de fuego para apoderarse de dinero en efectivo, lesionando en el acto a una cajera de 41 años de edad de nombre Esperanza, quién recibió un disparo en la pierna, mientras queun cliente de 36 años identificado como Juan, recibió un disparo en la espalda.
Los delincuentes salieron de la tienda y huyeron a bordo de dos vehículos para dirigirse hacia una gasolinera ubicada en la calle Revolución esquina con calle Guerrero de la misma localidad, donde una vez más sometieron al personal y lo despojaron del dinero que tenían los despachadores.
Algunos vecinos señalaron que una vez perpetrado este último robo, los delincuentes huyeron sobre la calle Guerrero no sin antes dispararle en el muslo y tórax a un joven de 26 años de edad, identificado como Jesús Eduardo Tlamapa, quien presuntamente atestiguó el robo desde el local de venta de materiales de construcción propiedad de su padre.
Posteriormente alcanzaron a un vehículo Volkswagen Jetta color azul que, presuntamente, estaba en la gasolinera al momento del atraco, dándole alcance sobre la calle Guerrero esquina con calle Morelos.
En ese momento uno de los presuntos asaltantes descendió de uno de los vehículos, se acercó a la ventanilla del Jetta y desde ahí le disparó en el abdomen al conductor de aproximadamente 50 años de edad, el cual minutos más tarde perdió la vida en la cabina de su automóvil.
Perpetrados los dos asaltos y con las citadas víctimas en su haber, los delincuentes se dieron a la fuga sin que hasta el momento hayan sido detenidos, mientras que los elementos de la Policía Municipal de Cuautlancingo se limitaron a acordonar las escenas de los crímenes a la espera de los servicios periciales de la Fiscalía General del Estado.