¡Síguenos!Como respuesta a la necesidad de contar con mecanismos que garanticen la seguridad del personal dentro de las empresas, ante la emanación de gases tóxicos, un equipo de investigadores de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas (FCFM) de la BUAP diseñó un sistema móvil para identificar las fugas de gas en espacios inaccesibles para el ser humano.
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Severino Muñoz Aguirre, profesor investigador de la FCFM, precisó que esta herramienta electrónica se basa en el mismo mecanismo que utilizan los animales para encontrar a sus presas: el reconocimiento de un aroma en particular.
Los datos obtenidos por los sensores son enviados a una interfaz, que fue desarrollada por los mismos investigadores, para llevar a cabo la interpretación correspondiente. Esto permite conocer la ubicación exacta de la emisión de gas.
Muñoz Aguirre, doctor en Ingeniería Eléctrica, con especialidad en Desarrollo de Sensores de Gas, por el Instituto Tecnológico de Tokio, destacó que el uso de esta tecnología sería de gran utilidad en fábricas o plantas industriales, donde se realizarían recorridos periódicos para inspeccionar si existe alguna fuga y tomar las medidas necesarias para evitar un accidente.
El dispositivo sería igualmente útil para llegar a zonas de riesgo o inaccesibles, por ejemplo minas en las que existan acumulaciones de metano.
Por otro lado, el sistema tendría la capacidad, incluso, de detectar minas explosivas en sitios donde hubo guerras, ya que éstos sueltan ciertas sustancias que pueden ser identificadas por sensores específicos, los cuales se adaptarían al aparato.
La plataforma tiene unas medidas de 25 centímetros de largo por 25 centímetros de alto, a un costado de ésta se encuentra la tarjeta electrónica que alberga el microcontrolador y que está a su vez conectado a los sensores de gas en la parte interior.
Igualmente, utiliza una batería de cuatro amperes por hora y los recorridos los puede realizar a través de un control remoto, con el cual el operador maneja el vehículo hasta llegar a la fuga, o bien éste se puede mover de forma autónoma, de modo que mediante el procesamiento de los algoritmos llega por sí solo hasta la ubicación deseada.
En este proyecto también colaboran Juan Castillo Mixcóatl y Georgina Beltrán Pérez, investigadores del Cuerpo Académico de Optoelectrónica y Fotónica de la FCFM, así como estudiantes de esta unidad académica.