En la última semana, ocho trabajadores humanitarios han perdido la vida en Gaza, según lo reportado por la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA). Este trágico saldo eleva a 399 el número total de víctimas desde el inicio del conflicto. De las ocho víctimas, seis trabajaban para agencias de la ONU, uno pertenecía a la Asociación Comunitaria y de Salud Al Awda, y otro era miembro del personal de Médicos Sin Fronteras (MSF).

¿Qué ocurrió? El ataque de un tanque israelí a la residencia de la ONU en Deir al Balah dejó también seis personas gravemente heridas. Además, el 24 de marzo, un proyectil explosivo dañó la oficina del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Rafah, pese a estar debidamente marcada y notificada a las partes involucradas.

¿Cómo afecta esto a la labor humanitaria? Los esfuerzos de ayuda se han visto severamente limitados, ya que la prohibición de entrada de suministros humanitarios impuesta por las autoridades israelíes continúa vigente. OCHA ha señalado que la restricción ya lleva cuatro semanas, obstaculizando la labor de organizaciones que intentan aliviar la situación de miles de personas.

¿Cuándo comenzó la escalada? Desde el 18 de marzo, las fuerzas israelíes han ampliado las zonas en Gaza donde las organizaciones humanitarias deben coordinar sus movimientos con anticipación. En el periodo del 18 al 24 de marzo, se denegó el 82% de las solicitudes para movimientos humanitarios, mientras que solo se permitió el paso del 14%.

Esta situación crítica pone de manifiesto los grandes retos a los que se enfrentan los trabajadores humanitarios en Gaza. Las organizaciones internacionales hacen un llamado urgente a que se permita el libre acceso para poder seguir brindando apoyo a quienes más lo necesitan en medio del conflicto.