¡Síguenos!El líder norcoreano, Kim Jong-un, estaría dispuesto a aceptar el desmantelamiento y la inspección de una planta nuclear de alto perfil, asegura un asesor presidencial surcoreano, lo que sugiere un posible punto de arreglo para las próximas conversaciones con el presidente Donald Trump.
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Moon Chung-in, asesor especial para asuntos exteriores y seguridad nacional, dijo en una entrevista este viernes que la destrucción verificada del complejo nuclear Yongbyon del régimen era un objetivo que se esperaba alcanzar en la cumbre planeada entre Trump y Kim entre el 27 y el 28 de febrero.
Moon afirma haber entendido que el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, había obtenido un compromiso de Kim al respecto cuando se reunieron en Pyongyang en septiembre.
"Kim Jong-un dijo ‘Sí’ y aceptará la verificación", dijo Moon Chung-in a Bloomberg en Seúl. "Espero que el presidente Trump pueda concretar que la verificación debería ser parte del desmantelamiento permanente de las instalaciones nucleares en Yongbyon".
Si bien Kim expresó su deseo de aceptar el "desmantelamiento permanente" de Yongbyon durante la visita del líder surcoreano, sus declaraciones públicas no llegaron a comprometerse con la "verificación", lo que permitiría a los inspectores conocer sus capacidades de armas. Moon Chung-in, quien participó en el viaje, se negó a decir de dónde obtuvo la información. No es familiar del presidente.
Joya de la corona
Yongbyon solía ser la' joya de la corona' del programa de armas nucleares de Corea del Norte, dado que su reactor y su planta de reprocesamiento producían suficiente plutonio para una bomba al año.
Ese papel ha disminuido desde que Corea del Norte cambió secretamente al enriquecimiento de uranio para la mayor parte de su material fisible, de acuerdo con expertos en antiproliferación.
Las conversaciones entre Estados Unidos y Corea del Norte han avanzado poco desde que Trump y Kim firmaron un acuerdo en junio que busca "trabajar para completar la desnuclearización de la península coreana", sin definir la frase o establecer plazos. Corea del Norte argumenta que el acuerdo implicó un enfoque paso a paso, en el que cada acción tendría una respuesta de Estados Unidos, mientras que los funcionarios de la administración Trump afirman que Kim aceptó la "desnuclearización final, completamente verificada" de su país.
Moon Chung-in afirmó que Estados Unidos debería aceptar que los proyectos económicos entre las dos Coreas procedan a cambio de las inspecciones de Yongbyon, algo que Estados Unidos se ha mostrado reacio a hacer hasta ahora. Kim ha criticado al régimen de sanciones internacionales que asfixia su economía moribunda y pidió que se reanuden los proyectos, incluido un parque industrial y un centro turístico de montaña.
"Eso será factible", dijo Moon Chung-in. Un intercambio de este tipo avanzaría las conversaciones, "sin socavar el régimen general de sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU, y sin embargo, ofrecería algún tipo de incentivo a Corea del Norte de manera que Estados Unidos pueda llegar a algún tipo de arreglo", dijo.
Moon Chung-in, un firme defensor del acercamiento entre Corea del Sur y Corea del Norte, asegura que el éxito de la cumbre de Hanoi depende de cómo Corea del Norte avance con su programa de armas nucleares. El análisis de imágenes satelitales y la inteligencia estadounidense filtrada sugieren que Corea del Norte ha estado produciendo cohetes y ojivas al ritmo habitual.
"Si Corea del Norte continúa produciendo materiales nucleares incluso después de la cumbre de Hanoi, diría que ese es el indicador más importante de que la cumbre fracasó", afirma Moon Chung-in.